Hace unos días la CEPAL dio a conocer el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe y el informe "la reacción de los países de América Latina y el Caribe frente a la crisis internacional" (mismos que ya estan disponibles en la zona de descargas)
Según dichos informes las economías en general tuvieron un comportamiento de crecimiento, con una tasa media del 5% anual, representando un crecimiento superior del 3% del PIB por habitante y provocando un aumento importante en los indicadores de trabajo.
Una característica de la región fue el mantenimiento de niveles macroeconómicos, que trajo consigo superávits en las cuentas externas y fiscales. El periodo de crecimiento se mantuvo (con alzas y bajas) desde el año 2003.
Este periodo de crecimiento que va del 2003 al 2008, terminará el año entrante, pues según las estimaciones la crisis mundial traerá consigo un crecimiento de la región de apenas 1,9% y la tasa de desempleo aumentará desde el 7,5% en 2008 a un rango de entre 7,8% y 8,1% para el 2009.
La crisis mundial golpeará a la región a través de dos canales principales: el real; mismo que ya se registra con la desaceleración de las exportaciones (como es el caso de México) y el canal financiero.
En el caso de productos básicos, como lo son el petróleo, metales y alimentos, las pequeñas mejoras que se tuvieron durante el 2008, empeorarán en 2009. Las remesas de la región se reducirán a medida que la crisis avance, al igual que los flujos de inversión directa.
La caída de los precios de los productos primarios provocará una reducción de los ingresos fiscales de los países especializados en estos recursos durante 2009, equivalente a un rango de 2,4 y 3,2 puntos del PIB. Tal es el caso de Venezuela, Ecuador y México, países en los que ell petróleo aporta al menos 30 por ciento de los ingresos fiscales. Un caso semejante tendrá Bolivia con el gas natural.
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