Lo que tenemos que hacer, es agarrar el toro por los cuernos y enfrentarnos al muchacho como venga.
Estudian lo que pueden, por su mala formación básica, y no lo que necesita el país.
En opinión del rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), Rafael Urzúa Macías, en la entidad, en educación básica “sé que hay muchos problemas de rezago, en cuanto a capacitación de los profesores, en cuanto a exigencias laborales no satisfechas cabalmente, que causan de algún modo malestar entre los integrantes del Magisterio, e impacta finalmente en la Universidad, porque, todo se da en cadena, el rezago que el niño trae desde primaria, lo resiente en Secundaria, y en bachillerato”.
La Universidad pública, dice el rector, empieza a recibir muchachos a partir de enseñanza media, educación media superior, nuestro bachillerato, tiene que lidiar con todas las lagunas que traen todos los niños, todos los muchachos, los adolescentes que ingresan, y yo no hago distinción entre escuelas públicas y privadas, porque así como hay escuelas públicas y privadas que mantienen un estándar de calidad, hay otras que se debaten, unas, las públicas, en la necesidad; y las privadas ,en el negocio. El negocio por encima de todo, la utilidad a toda costa, a pesar de todo”.
Reconoce Urzúa Macías que el bachillerato de la UAA no está exento de problemas, “finalmente todos acabamos de algún modo conformándonos al medio en donde estamos metidos, y le puedo decir que nuestros alumnos son buenos en muchas cosas, pero también traen deficiencias en otras”.
Dice el maestro en ciencias, que hay una deficiencia en la educación, si bien, “eso no nos hace diferentes del resto del país”, en la enseñanza de las matemáticas, de la física y de la química.
“Nosotros, lo percibimos inmediatamente, cuando los muchachos acceden pocos, desafortunadamente, a las carreras que hoy demanda la sociedad, que son las carreras ingenieriles. ¿Porque les temen los muchachos? Porque sencillamente, vienen muy deficientes en sus fundamentos de matemáticas, de física y de química.
“Y lo más grave del asunto es –subraya-, que no es por falta de capacidad intelectual, sino porque de alguna manera, a lo largo de ese trayecto, se les lleva a la Universidad: seis de primaria, tres de secundaria, tres de prepa… doce años, y por ello, más que amar, más que el interesarse por estas materias, los hemos desorientado, por una incapacidad para enseñarles”.
¿Tiene qué ver desde la formación de los maestros en las Normales? Preguntamos, y responde: “Yo creo que sí, y eso es lamentable.
La educación Normal en México representó para muchas personas, la posibilidad de una vida mejor, eso me queda muy claro, pero cumplió su objetivo; también el de masificar la educación básica, pero, bueno, pues se descuidó; no en todos los casos la enseñanza normal fue de la calidad que se necesitó. Ahí se vieron mezclados las propias necesidades de los maestros en formación, pareciera que se interesaran más en causas sociales que en la propia preparación”.
El Rector de la UAA criticó también la existencia de “un sistema de contratación paternalista en el sentido de que se garantice que todos los egresados de las escuelas normales tengan una plaza en el sector educativo al término de su formación, y si a todos se les garantiza eso, no se puede luego discriminar entre el bueno, el malo y el peor.
Consecuentemente, dice Urzúa Macías, “no podemos nosotros en el sector educativo, de la parte superior del sector educativo, quejarnos de algo que es culpa de todos”, y sentencia: “lo que tenemos que hacer, es agarrar el toro por los cuernos y enfrentarnos al muchacho como venga, porque finalmente, la obligación de nosotros es prepararlos lo mejor que podamos, para que en un tiempo, tres, cuatro, cinco años que tome su formación profesional, pueda enfrentarse a la posibilidad, pueda enfrentar con una buena posibilidad de éxito, la búsqueda de un lugar en la sociedad, insertarse en la planta laboral o de tener una empresa”.
Finalmente, refirió que “muchas veces escuchamos, tan reiteradamente, que se vuelve cantaleta, que sigue habiendo mucha gente en humanidades, muchas más en las cuestiones económico administrativas y pocos en las ingenierías.
“Pero eso –subrayó el Rector de la UAA-, es fruto de un sistema de educación que empieza desde el nivel básico, que orilla a los muchachos a irse por lo que aparentemente es más fácil.
¿Estudian lo que pueden? Preguntamos.
“Exacto: estudian lo que pueden, no lo que necesita el país”, dice y refiere que si nos comparamos con países en condiciones digamos de pobreza incluso mayor que la nuestra, veremos que ellos se han preocupado mucho por la educación, y para no ir más lejos, Corea del Sur, un país devastado por una guerra fraticida, con invasión de ejércitos, por un lado los chinos, por otro lado los norteamericanos, que acabó partido en dos. Corea del Sur, un país agreste, sin recursos naturales, sin nada de nada, más que la voluntad de un pueblo y la inteligencia de un gobierno, que le apostó a lo que debieran apostarle todos estos países que, paradógicamente, fuimos dotados por la naturaleza de recursos enormes.
“Corea del Sur es un país que no tiene nada de nada, pero tiene un pueblo trabajador, constante y un gobierno que le apostó a la educación, a la ciencia, y al desarrollo de su propia tecnología. Primero, copiando, porque son buenos copiando, mejorando procesos existentes y luego, ya con una masa crítica de científicos y tecnólogos, desarrollando tecnología propia”, concluyó Urzúa Macías.
Fuente: La Jornada Aguascalientes
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