La contracción del mercado automotriz también está afectando a la ganadería, concretamente el comercio de las pieles de bovino que se destinan a la fabricación de asientos para autos.
El precio de las pieles se abatió en más del 50 por ciento, lo que representa una merma considerable en los ingresos del ganadero por la venta de este producto.
Aguascalientes produce alrededor de 8,100 toneladas al año de esa materia prima con el sacrificio de 180 mil bovinos, cuyas pieles se envían a las curtidurías de León, Gto., donde después del proceso se comercializan entre las empresas fabricantes de autos.
José de Jesús Guzmán de Alba, presidente de la Unión Ganadera Regional Hidrocálida, dijo que el kilogramo de cuero se los estaban pagando a 12 pesos, pero en este momentos se los pagan a 5 pesos porque no hay mercado, pues la mayor parte se destina a la industria automotriz.
Empero, el problema es que por la recesión económica mundial las ensambladoras redujeron la producción de unidades y esto también está afectando a la rama pecuaria.
Mientras no haya mejoría en la economía y se dé una reactivación en la industria automotriz, los ganaderos tendrán problemas para comercializar a un precio razonable las pieles del ganado que se sacrifica a diario.
Destacó que en esta Entidad se sacrifican alrededor de 500 cabezas, se obtienen alrededor de 45 pesos, lo que en promedio equivalía una piel a una utilidad de 540 pesos, pero ahora vale sólo 5 pesos.
Guzmán de Alba destacó que la industria zapatera absorbe también una parte importante de pieles de bovino y es ésta la que está captando las pieles.
Guzmán de Alba dijo que el problema es grave, porque si tan sólo en Aguascalientes se obtienen más de 8 mil toneladas de piel al año, a lo que se debe sumar las que se generan en todo el año en todo el país, pero lo peor de todo es que por lo pronto no hay esperanzas de que la industria automotriz se reactive en el corto plazo, ya que al contrario, el panorama es complejo.
Por otra parte, el dirigente comentó con respecto al comercio de la carne de bovino, que ésta se encuentra en condiciones normales, ya que no se ha reducido el desplazamiento de los animales, cuyo precio oscila entre los 33 y 34 pesos el kilogramo, mismo que desde hace tiempo se encuentra estable.
La demanda de cárnicos sigue siendo la misma y no se espera que haya una reactivación dadas las condiciones económicas difíciles por las que se está atravesando.
Fuente: El Hicrocalido -1 de febrero de 2009-
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